Vivimos momentos difíciles, con la excusa de la crisis nos están recortando derechos constitucionales a todos los ciudadanos.
En educación llevamos varios años protestando por estos recortes que afectan al derecho constitucional a una educación pública, de calidad y gratuita para toda la ciudadanía ; reducción del presupuesto de la educación pública y su traspaso a la educación concertada, segregación de los alumnos por su condición económica quitando recursos a los más necesitados, creación de itinerarios a temprana edad para que los alumnos mas desfavorecidos salgan al mercado laboral sin titulación, sin herramientas para llevar una vida digna y como único destino servir de obra barata para el mercado, políticas de segregación de los centros mediante la excelencia, bilingüismo ,... políticas que en vez de mejorar la educación para todas las personas y centros impiden una igualdad de oportunidades y un empobrecimiento para la mayoría de las personas .
Los recortes de derechos constitucionales no son sólo en educación, sino que se dan en el derecho a sanidad pública con su privatización, en el derecho de la vivienda con la especulación que ha existido durante todos estos años y actualmente ejecutando desahucios por no pagar un pago de la hipoteca, todo esto con el agravante que los ciudadanos a través del estado hemos dado a los bancos mas de 200.000 millones de euros que son la gran parte de la deuda pública que se ha creado y muchos de los cuales el propio gobierno ha confirmado que no se van a devolver, recortes en el derecho a la justicia, en los derechos a manifestarse, ..
Todos estos recortes y abusos los realizan nuestros gobernantes y políticos por mandato del sistema financiero especulativo ( Bancos,FMI, BCE, grandes empresas,..) que son los que crearon y se están enriqueciendo con esta crisis. La separación entre política y sistema financiero es inexistente, la lista de políticos de cualquier color al servicio de grandes empresas, bancos,... es larga, esto ha producido el alto nivel de corrupción que tenemos en instituciones, partidos y gobierno.
Ha llegado el momento de unir esfuerzos para cambiar esta situación y construir un mundo en el que cualquier persona tenga derechos públicos y universales, donde la democracia sea transparente y participativa, haya justicia social, y se ponga a las personas por encima de los mercados y el enriquecimiento de unos pocos.
El 23 de Febrero con las mareas ciudadanas tenemos una ocasión de hacerlo.
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